Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático

La Convención, y todo instrumento jurídico conexo que adopte la Conferencia de las Partes, tienen como objetivo último lograr la estabilización de las concentraciones de gases efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible (Naciones Unidas, 1992).

Para cumplir con el objetivo último de la Convención, las Partes firmantes adoptaron una serie de compromisos teniendo en cuenta sus responsabilidades comunes pero diferenciadas, y el carácter específico de sus prioridades, objetivos y circunstancias nacionales y regionales de desarrollo.

Uno de estos compromisos, descrito en detalle en su Artículo 12, consiste en informar periódicamente a la Conferencia de las Partes (COP), por conducto de la Secretaría, acerca de la aplicación de la Convención.